MALAS PRÁCTICAS Y PILLERÍAS ALREDEDOR DEL CERTIFICADO ENERGÉTICO DE LA VIVIENDA
Desde el pasado 1 de junio cualquier propietario que quiera vender o alquilar su vivienda debe contar con el certificado energético.
De los certificados energéticos que se realizan en Lucena, al igual que sucede en otras zonas geográficas, hay que tener cuidado ya que se están realizando prácticas dudosas.
La realización de este requisito obligatorio está poniendo sobre la mesa algunas prácticas dudosas por determinas empresas, como, por ejemplo, garantizar la máxima calificación energética o realizar el certificado de la vivienda a distancia a continuación detallamos algunas de las prácticas dudosas que ha denunciado un diario económico:
- Garantizar la máxima calificación energética: algunos anuncios publicitarios garantizan la máxima calificación energética (a). esto convierte el certificado en una trivialidad y deja de cumplir su función de detectar los problemas de eficiencia energética que presenta la vivienda. el certificado tiene como finalidad detectar las mejoras que se pueden hacer a la casa
- Realizar el certificado de la vivienda a distancia: hay compañías que ofrecen realizar la certificación a distancia, con lo que los expertos alertan de que es imposible que se certifique correctamente la eficiencia energética de la vivienda. el real decreto exige la visita al inmueble
- Reducir el precio si se hacen varias certificaciones en un mismo edificio: hay empresas que hacen precios especiales si logran cerrar varias certificaciones en una misma comunidad de vecinos
- Precios mucho más baratos que la media: los expertos advierten de que hay que desconfiar de aquellas compañía que ofrecen un certificado por 80 euros, ya que los costes del desplazamiento del profesional, la toma de medidas y los cálculos superan este coste. El problema es que se corre el riesgo de obtener un certificado energético poco adecuado a las características de la vivienda.